Es muy conocido gracias a sus propiedades relajantes. Se utiliza para expulsar las energías negativas y atraer las energías positivas. El origen del Palo Santo es muy antiguo, lo utilizaban los Chamanes Incas en sus rituales religioso-espirituales como herramienta para atraer la buena suerte, alejar cualquier signo de negatividad y conseguir una mejor comunicación espiritual con sus dioses. Su obtención es muy tradicional, ya que los palos son cortados a mano y secados de forma natural durante más de cuatro años. Entre sus increíbles beneficios destaca que limpia y purifica el ambiente de malas vibraciones y fuerzas negativas. También sirve para aliviar la tensión nerviosa de las estancias y así eliminar los conflictos domésticos. Su cualidad terrosa y enigmática ayuda a mejorar la relación amorosa y espiritual en las parejas. Además, es un excelente repelente de mosquitos natural lo que lo convierte en un gran aliado de cara al verano. Otra de sus propiedades es que ayuda a controlar las enfermedades actuales causadas por el estrés. Aporta paz, armonía y aumenta la creatividad. Directamente traído desde Perú, se caracteriza por tener un aroma dulce y cítrico que llena tus estancias de un ambiente de paz y tranquilidad inigualable. El Palo Santo es muy utilizado en aromaterapia y disciplinas como el yoga ya que favorece la meditación y relajación de cuerpo y mente. Gracias a todas sus propiedades y beneficios, nos aporta una increíble sensación de paz, felicidad y armonía. Esto también nos hace tener un mejor estado de ánimo y encontrarnos mejor física y mentalmente. Su uso es muy sencillo, quema uno de sus extremos del palo santo hasta que salga una pequeña llamita. Una vez encendido, agítalo hasta que la llama se apague y desprenda humo. Cada palo santo se puede encender más de 50 veces.
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